Te debí, gota a gota. Y comí. Contigo sentía la justificación de caer en la tentación de mis propias prohibiciones.
Me regalaste placeres que ya me pertenecían (...) Tu negativa (...) fue el mejor de los manjares que degusté (...) El postre más extraordinaria y meticulosamente preparado lo inventaste tú, cocinero madrileño...
Del desamor y sus demonios...