Del desamor y sus demonios...

lunes, 17 de septiembre de 2007

Mis zapatos rojos de Osaka

"... No podías ser tú, indudablemente. Yo estaba en mi isla asiática, lejos de tu península ibérica. Mi isla, porque ese país ya me pertenecía de acuerdo a las leyes de mi mundo de nostalgia. Las lágrimas y un nuevo sombrero japonés adornaban mi cara, mientras de mis puños colgaban bolsas de plástico y papel con logotipos variados. ¡Es él! “Please, I have to go…” La cajera me miró sin juzgarme y simplemente emitió “sho sho omachikudasai”. Casi sin escucharla, me moví aceleradamente hacia las escaleras que conducían a la puerta de la tienda. Ya no estabas. Y entonces, tristemente y marcando acompasadamente cada uno de mis pasos, rodeada de zapatos sicodélicos y promesas de caminatas con rumbos desconocidos, bajé las escaleras y volví a la caja. Ocho mil yenes menos y un recuerdo más de tu ausencia avivaron el olor a podrido del tiempo..."