Del desamor y sus demonios...

miércoles, 4 de junio de 2008

Esta noche neoyorkina

Efímera ilusión, y yo con el corazón en la mano, ofreciéndolo a todo estúpido que pasaba.
Efímera tu visita, efímeros tus besos, y yo con los pedazos de mi corazón y el coraje atorado en la garganta, y yo con los pedazos de mi coraje y ya sin corazón.
No hablas francés, pero hablas el idioma de los cabrones.
No hablo el idioma de los cabrones, pero hablo francés.
Se me acaban las palabras gringas y se me va la vida esperando, sin esperar esperar.
Al final, fui yo la única estúpida a quien no ofrecí mi corazón ya inexistente.